domingo, 28 de febrero de 2010

En materia alimentaria para México, el TLCAN está reprobado: Oxfam

  • Recomienda al gobierno fomentar la agricultura campesina

Periódico La Jornada
Sábado 2 de enero de 2010, p. 8

Desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) México ha gastado 80 mil millones de dólares en las importaciones de alimentos con un consecuente déficit en la balanza comercial agroalimentaria de mil 435 millones de dólares, dio a conocer Oxfam.

El organismo internacional también recomendó al gobierno mexicano invertir en la agricultura para favorecer a los pequeños y medianos productores y dejar de privilegiar a los grandes empresarios agrícolas para que la crisis alimentaria no se profundice.

Asentó que la agricultura familiar es fuente de alimentos e ingresos de 80 por ciento de los habitantes rurales. Los países en desarrollo, como México, deben fortalecer a su sector agrícola, ya que es la clave para solucionar a largo plazo la crisis de los alimentos, la financiera y la climática.

En el estudio Precios de doble filo, Oxfam –agrupación humanitaria que promueve la organización de las personas para mejorar sus condiciones de vida– asienta que la pobreza se incrementará en muchos países en desarrollo, a menos que sus gobiernos aprovechen de forma activa la crisis para revisar sus políticas en materia de agricultura, comercio y protección social.

Propone 10 medidas para cambiar la vida de miles de personas en pobreza, entre ellas: respaldar a los pequeños agricultores con el incremento del gasto público en el sector agropecuario; garantizar que el gasto llegue a los pequeños productores; invertir en programas de protección social; crear una reserva estratégica de alimentos para contrarrestar la escasez de alimentos y la volatilidad del mercado; adoptar medidas comerciales que protejan a los campesinos y a los sectores estratégicos de la agricultura y a las empresas emergentes; promover el acceso a bienes y servicios particularmente de las mujeres, y programas de trabajo que garanticen el empleo de los trabajadores agrícolas.
Raúl Benet, director de campañas de Oxfam México, expuso que en el país existe el potencial para producir los alimentos que requiere la población, para ello se requiere inversión en la agricultura campesina e indígena.

En los últimos años, la poca inversión del gobierno en la agricultura ha estado orientada hacia la agroindustria, aunque numerosos estudios demuestran que ésta tiende a producir menos beneficios brutos y netos por hectárea de tierra que la pequeña agricultura. Además, los campesinos e indígenas cuidan de las tierras más degradadas, conservan la biodiversidad agrícola y manejan algunos de los suelos más frágiles; son aliados cruciales en la lucha contra el cambio climático.

José Luis González Aguilera, coordinador del Congreso Agrario Permanente, aseguró que los gobernadores dejaron de aplicar mil millones de pesos en favor del campo, por lo que demandó al gobierno lleve a cabo cambios en la política agropecuaria en 2010 para “amarrarle las manos a aquéllos y que las acciones del campo se centralicen en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)”.

Sugirió que se revisen los programas sociales dirigidos al campo para garantizar el acceso a los recursos de los pequeños y medianos productores y evitar que los recursos del programa especial concurrente “sean un botín de unos cuantos y que los gobernadores los utilicen para promover su imagen”.

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